Por: Ec. Esp. Omar Escobar

Su Producto Interno Bruto (PIB) solo es superado por el de Estados Unidos, que tiene apenas 6 empresas más que el gigante asiático, 139 vs 133 en la lista de las 500 corporaciones más grandes del mundo (Fortune, 2024). Es el segundo país del mundo con más multimillonarios y 626 chinos tienen fortunas por encima de los US$1.000 millones, según Forbes.

También tiene el sector bancario más acaudalado, destacándose el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC). Ingreso a la OMC hace dos décadas. Según algunos analistas se convertirá en la principal superpotencia económica del planeta. China se modernizó y hoy no solo domina la fabricación de ropa, textiles y electrodomésticos. También es un gigante tecnológico. Xiaomi, Oppo y Vivo son algunas de las empresas de telefonía más grandes del mundo y Huawei es líder en el desarrollo de la tecnología 5G. Alibaba es una de las principales empresas de comercio electrónico del planeta y según el Banco Mundial estima que más de 760 millones de chinos salieron de la pobreza.

A quien no le cabe en la cabeza el comunismo, no entiende que el país comunista más grande del mundo tenga este nivel de riqueza y se encamine a liderar el mundo, como lo hizo España, Inglaterra y EEUU, y otros imperios en la antigüedad. Mao, colectivizó el trabajo, pero no es la esencia del comunismo, la colectivización se erige sobre la utilidad. Dicha política no logró sus frutos y arruinó a miles de agricultores de la época, ante lo cual, Deng Xiaoping, impulsó un programa económico que se conoció como «Reforma y apertura» fundamentada en la liberalización de la economía, permitiendo el resurgimiento del sector privado, la inversión extranjera, la privatización de empresas e impulso la creación de Zonas Económicas Especiales, lo cual jugó un papel crucial en la rápida expansión económica de China.

Mao instauró las comunas del suministro libre de recursos y que a su vez tenían funciones gubernamentales, políticas y económicas de autosuficiencia… más bajo el contexto de escaza tecnología, no le permitió funcionar. Deng, entendió que el Estado de esa época, era incapaz de controlar y proveer condiciones infraestructurales, y desmanteló progresivamente las comunas y otorgó mayores libertades a los campesinos para administrar las tierras que cultivaban y vendieran los productos que cosechaban, propiciando la competitividad entre comunas y a su vez motivando la iniciativa empresarial en las ciudades.

Xiaoping, no desmonta la planificación estatal, pues gracias a ella, las empresas logran sus magnos propósitos, más bien cambia el enfoque y las estrategias para posicionar el país en la cumbre… de allí su famosa frase “No importa el color del gato, lo importante es que cace ratones” reflejando el pragmatismo del oriental y el carácter heterodoxo de Deng. En ese orden, el 29 de enero de 1979 viajó a EE.UU. y selló los lazos con Washington, tras el histórico primer paso que dio Richard Nixon al visitar China, en plena Guerra Fría. Posterior, se entablan relaciones comerciales con el resto del mundo dando entrada a las grandes marcas estadounidenses como Coca-Cola, McDonald´s, Apple.

La dirección de la economía china es un reconocimiento que el socialismo es una forma de política económica, más no un sistema que elimina la plusvalía marxista – base de un sistema económico utópico-. Tampoco es una fórmula política, solo es una política económica exitosa que permitió a China crecer a niveles récord y sostenidamente, durante cuatro décadas; Jiang Zemin, Hu Jintao y el actual mandatario del país, Xi Jinping- mantuvieron las reformas aperturistas.

En occidente, la disputa entre los partidos políticos, es tan normal como la competencia de empresas. Tradicionalmente se rotulan entre liberales y conservadores en sus distintas formas de presentar un partido político, generalmente se presentan entre dos y menos de 5 agrupaciones con tendencia al oligopolio cuyo control está en los particulares de gran influencia en la sociedad, sean empresarios, políticos, intelectuales. En China, el PCCh es un monopolio como única fuerza política y por ende su estructura es piramidal, tal cual en el resto del mundo. El partido controla a los altos cargos del gobierno, a los lideres empresariales, institucionales y demás grupos sociales, por tanto, la dirección no difiere de la mal llamada democracia multipartidista de occidente. Según el experto Jean Pierre Cabestan, el partido político en China es un Partido-Estado… en occidente, Partido de Gobierno. Así las cosas, tampoco significa perfección.

Como todo partido político, controla su ideología, tienen información clasificada, tienden al sectarismo, evita los medios de comunicación salvo para promoción de actividades proselitistas. Según el organismo de derechos humanos Human Rights Watch, el gobierno chino «mantiene un estricto control sobre internet, los medios masivos y la academia». También «persigue a comunidades religiosas» y «detiene de forma arbitraria a los defensores de los derechos humanos». Tal cual lo han hecho las dictaduras, las monarquías de derecha en occidente.

Los expertos como Kelsey Broderick, afirma que China «es una sociedad de consumo, opuesto al comunismo». Mas este tipo de afirmaciones son desfasadas del contexto real, pues no existe una sociedad carente de consumo. Esta variable no es punto de discusión, toda vez que todas las sociedades, presente y antiguas, tiene como base la economía capitalista, es decir la creación de valores con plusvalía, con utilidades y la reproducción del capital… capital que toma diferentes formas en la evolución de la sociedad.  En ese orden China siempre tuvo como base un sistema económico basado en producción del capital, pese a la negación de ideólogos como Mao o Lenin.

La confusión viene de los expertos que toman como base la oración ideológica escrita en los libros, no se basan en la realidad económica. Por tanto, no hay contradicción, ni China está alejándose del comunismo, ni el consumo es impropio de China. El comunismo chino, no elimina plusvalía -condición necesaria para el crecimiento- es una forma de gobierno basado en la autoridad, la supeditación de las libertades individuales al trabajo, lo cual lleva a la mala interpretación de pérdida de liberta social y sirve como punto de ataque de los autodenominados libertarios. El hecho de vivir e sociedad se restringe libertadas personales; a más leyes, menos libertad. ¿Acaso cuando trabajas en una entidad, no pierdes tu libertad? La respuesta tiene muchas artistas dependiendo del quien la responda. La plutocracia no es sino la dictadura de unos pocos para someter la libertad del otro… pero esto no es punto de discusión. Se trata de alcanzar retos, superar ideologías, no imponerlas, y en ese camino, encuentras realización… cuando los latinos comprendan la mentalidad oriental, podrán surgir como especie civilizada, caso contrario seguirán como Milei y su paranoia guerrista.

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