Por: Lisbeth Paola Barraza Escorcia*
Nadie en escenario ni bajo circunstancia alguna debe oponerse en cuanto a programas sociales, derecho al bienestar, equidad e igualdad social, ta que pecarían en materia grave y generaría un grande retroceso, lo que si debemos es observar, auscultar, estar pendientes de las falencias que estos programas puedan registrar para sentar las diversas reservas para modificar el contenido, ya que importa que se corrijan en temas que puedan ser inadecuados para los derechos sociales de los pobladores.
Al respecto bueno es y será siempre crear nuevos derechos, hacer que sean en realidad y verdad progresivos y nunca regresivos, garantizar su universalidad, hacerlos permanentes, constitucional y legalmente reconocidos; de ahí que debe quererse más en todo tiempo, ligar y afianzar los ya conocidos como becas educativas, servicios básicos y de salud, comedores populares y demás otros ya existentes. Legislar sobre lo mismo sería más que inocuo e irrelevante, puesto que no beneficiaria más a los asociados.
De la misma manera, importan diseños de programas sociales en los municipios, ya que son el ámbito de gobierno más próximo a la ciudadanía, quienes mejor conocen los problemas de cada colonia y es por ello que cada o de ellos debe tener sus propios programas, mejor focalizados para resolver las necesidades de su población, que en cada uno de ellos los problemas que buscan resolver a este tenor, si bien pueden ser similares, no son particularmente los mismos.
No pueden igualmente condicionarse los programas sociales a cerrazones gubernamentales ni a la existencia de disposición presupuestal, y olvidar que los programas sociales son para toda la población que tiene derecho a recibirlos, lo que determina que no es dable justificar que no todos los niños reciban las ayudas que menester fueren ni que todas las personas mayores reciban las atenciones requeridas, ya que los derechos son universales y el gobierno está obligado a garantizarlos a todos y cada uno de los asociados, .
Los programas sociales, y ello debe tenerse en cuenta, deben permitirse mejores diseños, implementaciones, modificaciones mejores y las adecuaciones que necesarias sean; en todo caso, buscar y procurar si en verdad se quiere que sean útiles a la comunidad toda. No pueden estar sometidos los programas sociales a los aplausos fáciles en ningún tiempo y menos en épocas de convulsión e incertidumbre.
*Lideresa Social Comunitaria. Conferencista. Tallerista. Columnista