Ministerio de Cultura de Colombia
La poeta colombiana gana en España con Hijas de las perras negras, un libro que recoge las memorias campesinas, indígenas y afrocaribeñas.
La poeta Luisa Isabel García Meriño, conocida por su nombre artístico: Luisa Villa, fue galardonada con el VI Premio Internacional de Poesía Gabriel Celaya, otorgado por la Diputación Floral de Gipuzkoa, País Vasco, por su libro Hijas de las perras negras. Recogió en marzo el que es considerado uno de los premios de poesía más importantes de España.
En un comunicado, el jurado ha descrito el poemario de Luisa Villa como un “desgarrador libro de denuncia social y racial, escrito entre la visceralidad y el dominio prodigioso de las imágenes y del verso”. La estética de Villa es retratada como “una deslumbrante voz poética, íntima y colectiva, sólida y poderosa, en la estela del compromiso social y poético de Gabriel Celaya”.
Sin duda, se trata de una obra que conversa con la de Celaya, autor del célebre verso que define su poesía: “Tal es, arma cargada de futuro expansivo / con que te apunto al pecho”.
Para Villa el libro ha sido un proceso de vida: “Desde que comencé a tener conciencia de mi género, mi raza, mi clase. Desde que comencé a tener conciencia social, comencé a escribir. Todos mis libros hablan de ese camino por querer encontrar la justicia y la reparación”, dijo a Mincultura.
En esa misma línea se expresa el jurado, cuando describe la obra de Villa como: “La idea de la superación y de la identidad son algunas de las muestras de una poesía muy viva, muy carnal, de cuerpo a cuerpo.”
Villa nació en El Copey, César, y se crio en un barrio al suroccidente de Barranquilla llamado La Esmeralda: “Esos dos lugares han sido fundamentales para aprender esa conciencia política y social”, dijo.
“El libro son miles de preguntas que llevan mi desespero porque no se anulen las historias, las vidas y las memorias campesinas, indígenas y negras. Especialmente de las mujeres. Ese libro habla de toda una experiencia comunitaria profundamente femenina”, dijo, Luisa Villa, quien recibió la Residencia Artística Colombia–México, FONCA (2015), otorgada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, con el proyecto de creación El reencuentro de las Hijas de Coatlicue y las Hijas de Yemayá.
Hijas de las perras negras será publicado en España y presentado en Donostia, País Vasco, el 21 de marzo de este año, fecha en la que también le será entregado el premio. A partir de entonces, el libro se podrá conseguir en librerías. Mientras eso sucede, Villa nos ha compartido los siguientes poemas de su autoría:
El desierto de Jorgina
I
El desierto es propicio para ocultarse
de una misma,
atrás quedan
escopetas que sentenciaron tu sexo
y desterraron tu placenta del lugar sagrado.
Resistes
como los peces secándose al sol,
aferrada a la única rama del único árbol,
te pones sal, coces tus vértebras;
predicas que la magia es la recompensa
a tu deformidad,
es tu especie,
no el desierto, la imperfección de la tierra.
II
Abre el pescado,
lo cuelga en el árbol,
acerca el sol a la abertura,
convierte
la deformación del pecho
en privilegio de pájaros, en soledad para vivir,
y piensa que es ella.
El hombre desde su taburete roto
saca a la muerte como a una mosca
de su casa
La mosca agoniza en el aire
sin morirse
Su esposa mira el turno para aguardar en la extensa fila de las suturas
En la gran ciudad las hijas descomprimen el pecho para anunciar:
¡Estamos en guerra!