Por: Omar Escobar
Hemos visto como las decisiones históricas sobre guerra o paz, no emanaron de la razón y de la responsabilidad, sino del poder oculto de hombres anónimos del más equívoco carácter y de la inteligencia más precaria dice Stefan Zwig en su obra biográfica de Joseph Fouché, un político francés, conocido como “el genio tenebroso” debido a sus habilidades elocuentes y la manipulación en la sombra. Cabe la pena traer como reflexión para entender la conducta de Milei. De sus seguidores, es fácil, ellos obedecen a un patrón de conducta producto de la decadencia cultural.
Hay algunos managers de artistas como políticos que identifican carencias, fabrican modelos y palabras para entregar el paquete en el momento oportuno. Hoy en día, el mundo político está harto de la diplomacia y sus diplomáticos; artistas de manos ligeras, de palabras vanas y nervios fríos. Hoy se necesita gente con carácter, como Bukele, Trump, y Milei. Su éxito se dio en gran parte porque Massa fue candidato del kirchnerismo asociada con la izquierda y no tubo al talante para defender posturas, a eso se suma el flagelo de la altísima inflación, la pobreza en todo ámbito y los argentinos terminaron votando por Fouché.
Grandes aspiraciones, fantásticas ideas inalcanzables desde una estructura democrática, frente a un gabinete que no está libre de gente involuta, son los mismos de siempre y van a llevarse lo suyo. No todos están dispuestos a la subyugación y cuando sus más cercanos se atrevan a opinar, serán despedidos. La democracia no está hecha a la medida de Milei… él requiere de la autocracia, sinónimo de su imagen de implacable.
Tan variable como su carácter, si ayer insultó al santo Papa, hoy se reconcilia, Dice que USA es paz y libertad y China lo opuesto, pero mañana le pedirá audiencia … en fin es otro político veleta y con ello, vendrá el “relativo” incumplimiento de promesas, mas no de represión al oponente. Ante eso la oposición se reconstruye con las masas e incluso de sus propios seguidores que ya no pueden aspirar a cargos importantes, pues los ministerios los ha cerrado de un plumazo, como otras empresas estatales en su afán de minimizar la nómina del Estado. El cierre de ministerios, no repercute significativamente en las fianzas del Estado, más bien es populismo. Lo que si repercute es cortar las transferencias a las provincias. Poner freno a las obras públicas, no implica eliminar la corrupción… más bien es trasladarla al sector privado. Pero traerá riesgos colaterales sobre todo en los contratistas y quien recibe subsidios del Estado, desde estudiantes a adultos mayores.
Lo más importantes es limpiar la economía antes que dolarizar. Y si la limpias, para que dolarizar? Bajar impuestos, sin endeudamiento, sin emisión, sin afectar al ciudadano, es populismo. Es probable un superávit primario, pagar deudas sin emitir un peso más, caiga quien caiga. Es allí donde resurgirá nuevamente el peronismo y tendrá que pactar con ellos para la aprobación de leyes. Así las cosas, puede lograr una leve mejora en la inflación y lo que no se mejora, se justificará con la falta de apoyo político en el congreso, por tanto, se irá a un segundo raund y la pobreza persistirá.
Cuando el león ruge, en principio, el resto le teme, luego las expectativas se diluyen y se mata al león.
