Por: José Manuel Herrera Villa*
Es una realidad que las modalidades de trabajo flexibles son hoy en gran parte el día a día de muchas organizaciones. Contar con esquemas que permitan tener el control de cuándo asistir a la empresa, trabajar desde casa e incluso elegir los horarios, ha facilitado que millones de empleados reconecten con sus organizaciones y misión, se sientan más motivados y alcancen una vida mayormente saludable y plena. Hasta hace poco hablar de trabajar desde casa o asistir unos días a la oficina era inconcebible, se pensaba que afectaba la productividad o se veía como un premio de descanso, cuando en realidad un esquema mixto representa lo mejor, al ser flexibilidad sin aislamiento; más sostienen expertos, por cuanto los colaboradores en un formato híbrido asisten a la oficina entre 25 y 40% de su jornada mensual, un nivel intermedio, dos o tres días a la semana, se incrementan productividad y satisfacción.
A diario hay más empresas que han entendido la necesidad de cambiar las formas de trabajo, eliminando los esquemas rígidos por entornos más flexibles; ejemplo de ello es que al terminar la pandemia, por lo menos un 60% de las empresas consideraba que mantendría un esquema de home office.; sin embargo, al preguntar a los empleados, el 90% mencionó que, en caso de estar disponible, adoptaría este esquema después de la misma; de ahí que muchas organizaciones hubiesen comenzado con modelos mixtos con posterioridad, y muchas de ellas pasaron de un esquema presencial, a una filosofía “Hybrid way to Work”, analizando el tipo de posiciones que podían trabajar bajo este esquema. Con esta forma de trabajo, se brindó a los empleados una experiencia significativa de la vida laboral.
Importante en consecuencia, que los modelos de trabajo se diseñen a partir de los objetivos de la empresa considerando los intereses y necesidades de los colaboradores, lo que derivar debe en la implementación de un modelo donde se laboren algunos días en la oficina con horario flexible y otros días en home office. ¿La razón? Que todos los empleados a quienes se aplica el esquema equilibren mejor sus responsabilidades laborales y personales. Pero ofrecer una experiencia completa no solo se limita al trabajo híbrido, sino también ofrecer mejores beneficios y herramientas que sumen al bienestar de los colaboradores. Adicionalmente, debe contarse con una capacitación que incluya herramientas de aprendizaje continuo como idiomas, desarrollo de habilidades y conocimientos técnicos de otras ramas, entre otros, todo a través de plataformas.
Las ventajas del Hybrid way to Work, sostienen tratadistas en la asignatura, se ven reflejadas en muchos sentidos. En lo personal, el estrés se reduce y el bienestar general crece, traduciendo una mayor satisfacción laboral. Empresarialmente, se tiene una menor rotación laboral y aumento de productividad, puntos claves para el éxito. Asimismo, cuando los colaboradores sienten que tienen más control sobre cómo y cuándo trabajan, es más probable que estén comprometidos con sus actividades laborales ya que depende completamente de ellos el tiempo que y como lo dedican, para alcanzar sus objetivos. Lo más importante al implementar estos métodos, es ser consciente de lo que implica. Si bien el modelo remoto se ha posicionado entre los preferidos, no significa que acudir a las oficinas sea malo, pues existen ventajas que suman a la productividad, eficiencia, networking y desarrollo del personal.
A la postre, los resultados dependen de las estrategias y cómo se implementen, así como de la confianza y guía que los líderes pongan en sus equipos. Lo que es un hecho cierto, es que el trabajo híbrido es una tendencia que ha llegado para quedarse y que requiere de una adaptación constante y una gestión adecuada en la búsqueda y procura de un mejoramiento permanente y continuo, que bien y mejor sería un complemento ideal.
*Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Formulación, Evaluación y Gerencia de Proyectos de Desarrollo