Por: José Manuel Herrera Brito
Como ciudadanos y para todos los efectos comunicacionales, oponibles y participativos, deberíamos en todo momento, situación o circunstancia, marcar desde la sindéresis la agenda de la discusión pública, respecto de las más sentidas problemáticas y necesidades que como población tendríamos, pensando siempre en el mejoramiento permanente y continuo de lo administrativo público en beneficio y aprovechamiento colectivo, hacer de lo cual un camino, sin importar que como proceso implique las ciertas tensiones que son normales en democracia tanto al interior como hacia afuera de las asociaciones, gremios, grupos, movimientos o partidos, a fin de tomar la delantera en los procesos de orden político y hacerlos tema de conversación importante en la vida local, departamental, regional o nacional.
Interesa como ciudadanía y comunidad estar a la vanguardia de la democracia, ejercer debidamente el control social que nos corresponde y compete, convocarnos siempre a participar en diferentes escenarios, velar porque nada se nos esconda, conocer de los avances, retos y alcances de lo que se adelanta o no desde las instancias gubernamentales, para que la gente se entere, opine y en lo posible tome las riendas de lo público en sus manos, se entere de las decisiones y participe abiertamente en la deliberación pública y democrática, una de las formas mejores que nos asome, establezca realmente y desde la base caminemos hacia los cambios y transformaciones que consulten las propias realidades, necesidades y demandas poblacionales.
Clave sin duda que tomemos la responsabilidad de decidir respecto de las opciones mejores que se nos presenten. Sumarse a la construcción de un mejor porvenir para todos. Personalmente, creo firmemente que como personas debemos y aún más, tenemos que tomar solidas decisiones sobre el futuro de nuestros territorios, y, en consecuencia, escoger, elegir personas de primera condición, mostradas y demostradas en su trayectoria, experiencia, ser, hacer y quehacer, con capacidad además de operar en sus cargos y encargos, hablar con todas las fuerzas que actúan e interactúan en nuestros escenarios territoriales en la búsqueda y procura de construir acuerdos. Es tiempo de deliberar democráticamente, y este 29 de octubre tenemos ante las urnas como empezar a hacerlo en ruta a consolidar unos mejores entes territoriales, en la esperanza que nuestra política interna y destinos todos sean mejor conducidos.
Estoy convencido que las decisiones deben tomarse con altas miras en todos nuestros municipios y con el corazón puesto en las regiones donde más ha golpeado el olvido. Invitémonos a tomar las mejores decisiones posibles, que este próximo proceso electivo sea histórico, aprovechemos este momento que nos presenta la historia y hagamos de todos los asuntos públicos un tema cotidiano, relevante y central en nuestras vidas. Participemos con reflexión, análisis y buen juicio, solo así alcanzaremos los cambios y transformaciones que requerimos, lo mismo que robustecer y profundizar la democracia, ávida de menos equivocaciones y de un mayor vigor participativo activo de nuestra parte. saramara7@gmail.com
