Por: Ec. Esp. Mag. Omar Escobar

El fin de año inicia con la reunión entre Choe Son Hui, ministra de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, en el merco del «tratado de asociación estratégica global», firmado el pasado junio por Corea del Norte y Rusia, y según el cual Pyongyang prevé «ayuda militar inmediata», en caso de una «agresión» externa. Seúl había afirmado que el envío de las fuerzas de Pyongyang para combatir por el Kremlin en Ucrania será “más pronto de lo esperado” y este 28 de octubre, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, confirmó el traslado de tropas norcoreanas a Rusia.

Si bien es cierto, a nivel internacional el escalamiento del conflicto, es una de las mayores preocupaciones, la pregunta es porqué. Corea del Norte tiene una clara desventaja económica frente a Rusia. Por volumen de PIB, Corea ocupa el puesto 135 con un PIB per cápita de 1.085 dólares, mientras Rusia ocupa el 11º puesto y un PIB per cápita de 13.817 dólares. No se puede hablar de una ideología similar, pero sí de una alineación política, donde pobres y ricos se unen, pero rara vez, ambos pueden salir favorecidos.

Talvez, Kim Jong-Un – ponga a sus soldados como carne de cañón y a cambio – pretenda que Rusia le transfiera tecnología militar… Putin, no caerá en su juego macabro. Conociendo los berrinches de este oscuro personaje y las maniobras que ha realizado frente a occidente y al eje Rusia-China, también puede pretender mostrar una figura de independencia y prepotencia frente a China y al resto del mundo… pocos le creerán. Kim Jong-Un, actúa según le convenga, a veces coquetea con EEUU, como también con China. En este momento le conviene estar del lado de Rusia porque no es de la simpatía de China y él lo sabe. Así que mostrar el noble gesto ante Rusia, aunque no sea del interés absoluto de Kim, le puede dar un soplo de renovación, mostrando su juguete, el misil balístico intercontinental.

Estas acciones guerreristas, producto de las mentes beligerantes de la alta clase política, son una constante en la tragedia humana. Unos pocos planifican la guerra, mientras el pueblo pone los muertos. Unos son los ideólogos, otros los fallecidos y mutilados; soldados envenenados con dogmas artificiales como el patriotismo…no hay otra manera de enceguecerlos hacia la muerte.  

Me recuerda cuando el basilisco criollo, en 1951, en su inmensa lambonería hacia Estados Unidos envío 4.700 hombres y tres fragatas, siendo Colombia el único país de América Latina que envío a morir colombianos al otro lado del mundo; soldados paridos de los pobres pueblos de este país, les toco pelear guerras ajenas… muchos con orgullo se dicen veteranos… fueron adiestrados para pensar así. Por fortuna hoy no está como presidente su seguidor acérrimo pues se estaría repitiendo lo de hace 70 años. Mas, sin embargo, Colombia no ha logrado la modernización de su economía, como la de su amado EEUU, país por el cual, los colombianos siguen ofrendando su vida.

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