Cuando Donald Trump tome juramento como el presidente 47 de Estados Unidos (un segundo mandato no consecutivo e histórico) se encontrará con un panorama económico, social y geopolítico muy diferente al año 2016.
En primer lugar, la guerra entre Ucrania y Rusia, el conflicto entre Palestina e Israel. También a un vecino cercano geográficamente pero distante ideológicamente como Venezuela, bajo el régimen de Nicolás Maduro, quién lidera una invasión «silenciosa» a Estados Unidos y América Latina.
En ese contexto, Donald Trump, tiene en el terreno internacional aliados como el presidente de Argentina Javier Milei. «Se reunió con el mandatario en la ciudad de Miami. Lo calificó como su presidente favorito», además de Nayib Bukele de El Salvador.
Una fotografía de América Latina, donde la alta migración de venezolanos ha significado un alteración de la calidad de vida de ciudades como Los Ángeles, New York, Denver, Bogotá, Quito, Lima, Buenos Aires y qué decir de urbes intermedias en cada pais.
La invasión «silenciosa» de Venezuela en el condimente, se inició como «tsunami» en el año 2013 con la muerte del ex presidente Hugo Chávez. «Fue la llegada al poder de Nicolás Maduro, un chófer de un bus, cuyo único merito era ser cercano al ex militar y Diosdado Cabello.
De allí, en adelante se desencadenó la salida de venezolanos en un 68 por ciento, a diferentes latitudes del mundo, en particular a Colombia, Perú, Chile y Argentina.
Una vez instalados, se ubicaron en las zonas marginadas de las ciudades capitales e intermedias. «La consigna crecer económicamente rápido. Comenzaron a crear bandas delincuenciales con la complicidad del Tren de Aragua, el Cartel de Sinaloa y los carteles de la droga en cada país.
Llegaron «sin querer queriendo» como decía el «Chavo del 8» a los restaurantes, peluquerías, terminales de transporte, conjuntos residenciales (en el rol de servidumbre), empresas de transporte, sitios de prostitución e incluso fundaron medios de comunicación virtuales.
En las calles y en las redes sociales, se paso de hablar de las cosas cotidianas, a los dichos e historia de vida de los venezolanos migrantes. En las ciudades de Pasto, Cartagena, Bogotá y Cali, aparecieron «La pequeña Caracas».
Desde este lugar, las peluquerías y restaurantes los venezolanos llegaron a las casas de los colombianos, robaron, destruyeron hogares. «Hasta fundaron eventos de solidaridad, impulsaron acciones delictivas como la compra de armas, lavado de activos y trata de personas (incluido niños y personas de la tercera edad)
Hoy, las principales ciudades de América Latina, tienen la presencia de venezolanos en un gran numero, con tentáculos en todas partes de la sociedad. «Con esa hoja de ruta son actores políticos en países como México, Colombia, Perú, Chile y Argentina», donde no solo votan, sino que además hablan de la ideología de la fracasada «Revolución Bolivariana» de Hugo Chávez.
En las zonas «fronterizas del continente», se apodaron de caminos, de trochas, de calles y lugares invisibles, desde donde hacen de la delincuencia, la extorsión y el secuestro, un lucrativo negocio multinacional.
Esa es la invasión silenciosa de Venezuela en América Latina. «Más que un fenómeno de migración, es una apuesta del régimen de Nicolás Maduro de desestabilizar a los vecinos como Colombia. «Va a pasos acelerado en el entierro de la clase media y inestabilidad empresarial e inversión extranjera».
Lo más peligroso de este panorama es que sigue en ascenso en el continente. «Ahora en ciudades intermedias, donde operan con mayor profesionalismo. «Tienen la virtud de la paciencia para apoderarse de las ciudades y países, en una especie de carrera de largo aliento»
El robo de celulares, nutre la industria del crimen organizado. «Crearon redes por Wassap, ritos satánicos. Los venezolanos que son pagos por el régimen de Maduro, se hacen pasar por empresarios quebrados en la Venezuela que dejaron, chef, profesores de todas las áreas del conocimiento. «Hasta leen el tabaco cubano, la mano y las cartas».
Están por todos lados. «Son como una plaga que se multiplica y multiplica no para el bien, sino para el mal», dicen colombianos afectados por la invasión silenciosa venezolana a Colombia, Perú y Ecuador.
No en vano, el micro tráfico en las ciudades se disparo. También en los colegios y universidades. «Toda la sociedad está permeada de «los chamos».
Las peluquerías y barberías, es donde se recolecta la información. Se hace seguimiento a las posibles víctimas. Una vez se tiene el diagnóstico. Se confirma que tiene dinero y propiedades. «Se actua sin compasión. Como tierra arrasada. Está pasando en Cartagena, en Cajica, Chia, Ipiales, Ibagué, Yumbo y Popayán».
Cuando Donald Trump, habla que Venezuela es un actor desestabilizador para su país y América Latina, tiene razón, dicen los empresarios y precandidatos presidenciales en Colombia como Vicky Davila y María Fernanda Cabal.
Desde el 20 de enero de 2025 tomará acciones de política exterior con Marcos Rubio como Secretario de Estado, orientado a frenar la «invasión silenciosa de Venezuela a América Latina».