Por: Blaicer Moreno Córdoba*

Debemos como sociedad que avanzar quiere hacia estadios de bienestar e integral prosperidad, desarrollos, progreso y crecimiento, ayudar a las instancias pertinentes en los objetivos de evaluar las políticas y los programas de desarrollo social, lo mismo que observar de manera permanente el cumplimiento del objetivo social de los programas, metas y acciones de la política de dicho desarrollo, de forma que sus encargados estén en posibilidad de corregirlos, modificarlos, adicionarlos, reorientarlos o suspenderlos total o parcialmente según el caso.

Se trata de estar atentos en beneficio colectivo, respecto del establecimiento de instrumentos homogéneos para realizar las evaluaciones, de metodologías que permitan dar seguimiento al ciclo de acciones de monitoreo y evaluación a las que deben estar sujetos los programas de desarrollo social. Es adelantar análisis periódicos que faciliten la identificación de necesidades de evaluación, registrar los grados de avance y logros de objetivos de los distintos programas sociales. Ubicar las evaluaciones de impacto, medir los efectos netos que tienen los tales programas en sus beneficiarios con respecto a individuos que tienen características similares, pero que no recibieron los beneficios de la intervención. Resultados los cuales con los que se obtienen conclusiones importantes sobre la eficacia de esos programas para resolver los problemas en los que está focalizada la Administración, en lo que además importa e interesa entender que infortunadamente no todos los programas cuentan con las condiciones para ser susceptibles de evaluación, debiéndose cumplir y estructurar otros requisitos para lo cual.

Es permitirse como sociedad saber de los posibles hallazgos en los más d e los temas y aspectos sociales, tales como la seguridad alimentaria y el bienestar económico de sus beneficiarios, logros que permiten desarrollar actividades de emprendimiento y ahorro, que llevan a fortalecer el tejido social, de forma que se consoliden procesos y capacidades de diálogo y toma de acuerdos, con inclusión del trabajo de las mujeres y la juventud, lo mismo que encauzar senderos para el desarrollo de capacidades y habilidades para la adopción de nuevas y más sólidas estructuraciones.

Es adentrarse igualmente, pensando en grande, en la identificación de factores contextuales que inciden rodos y cada uno de los aspectos sociales, hacer de lo cual, una es estrategia necesaria, implementarlo y complementar todo lo pertinente con otras intervenciones de forma que sea posible mantener en el largo plazo lo concerniente a todo cuanto ayude exponencialmente al desarrollo social.

De la misma manera, soportar los canales mejores para potenciar la cultura, democratizarla, profesiona+rla de ser necesario, garantizar el acceso gratuito e impulsar la cobertura en zonas donde comúnmente no existe infraestructura cultural; así como promover el rescate y fortalecimiento de las identidades de las comunidades que nos conforman. Hace esto que la política social cobre mayor importancia, al constituirse en una herramienta fundamental para mejorar constantemente el desempeño de las políticas que atiende problemáticas a las que se enfrenta la población y permite conocer cuáles de las acciones son efectivas para resolver problemas sociales y económicos; además, suma a la transparencia y a la rendición de cuentas al informar a la ciudadanía sobre los resultados de las acciones de política social. Es en síntesis, coadyuvar en la planeación de la política de desarrollo social y que la sociedad se convierta en un actor estratégico e interlocutor importante de la administración municipal, para que prosiga con su compromiso y responsabilidad de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos sociales de nuestra población.

*Administrador de Empresas. Conferencista. Columnista. Asesor y Consultor Político