Por: Darío Prieto*
La Fundación Endesa clausura la segunda edición del proyecto Marcos de Mira, que acerca las obras del Museo del Prado a personas en riesgo de exclusión social. Paloma y Marina han vivido esta experiencia. «Al principio piensas que las obras de arte son algo que no vamos a entender. Pero una vez que estamos aquí, sí las entendemos». Paloma Silva recuerda cómo veía la pintura antes de conocerse al dedillo el camino por los pasillos del Museo del Prado hasta llegar a ‘El descendimiento’, de Van der Weyden. «Me impactó mucho ver los pequeños detalles de este cuadro, hecho hace siglos pero que hoy podemos seguir viendo», relata. «El relieve de la ropa, cómo sobresale el terciopelo, o las pinzas que llevaban las mujeres en el pelo y que hoy en día las ves en cualquier tienda», enumera. «Si miras bien, se plasma el dolor que se sentía, cómo le salían las lágrimas del rostro a esas mujeres, ese momento de duelo de cuando bajaban al Señor. Fue increíble». Para ella, «los cuadros no son solo para la gente inteligente o importante; la pintura es para todo el que quiera venir a verlo. El arte es para todo el mundo».
Paloma es una de las participantes de la segunda edición de Marcos de Mira, un proyecto de educación artística y acción social de la Fundación Endesa y el Museo Nacional del Prado que tiene el objetivo de acercar la cultura a colectivos en situación de vulnerabilidad o en riesgo de exclusión social y, por tanto, con más dificultades de acceso a la misma. Marcos de Mira se organiza en coordinación con diversas asociaciones, como Cáritas Española, Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) Los Cármenes de la Comunidad de Madrid para personas con trastornos mentales, Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) o Fundación Secretariado Gitano. A través de esta última, Paloma ha podido participar en una serie de talleres junto con las artistas Karishma Chugani y Cynthia González en las que éstas han querido «dialogar con la escucha y la mirada, poder abrir el proceso y decir: sumaos a la fiesta», en palabras de la primera.
También gracias a Secretariado Gitano pudo Marina Heredia conocer los tesoros del Prado. «Para las que no tenemos tanto conocimiento del arte, gracias a esto podemos entenderlo también, poco a poco. Porque nos lo hace más ameno. Y así sentimos que nos podemos integrar». En su caso, ha escogido ‘Chicos en la playa’, de Joaquín Sorolla. «Me transmitió mucha ternura ver a esos niños», explica Heredia, madre de dos criaturas. «Parece que el arte ha de ser para personas más capacitadas, pero de la manera en que se nos explican los cuadros vemos que se nos representa todo eso que está ahí».
La segunda edición de Marcos de Mira se clausuró este jueves con un acto al que acudió una representación de los participantes en esta iniciativa, así como el presidente de Fundación Endesa y de Endesa, Juan Sánchez-Calero, y el presidente del Real Patronato del Museo del Prado, Javier Solana. El primero habló de «una idea compartida que nos está generando a todos una satisfacción común» y agradeció la colaboración del Prado, el «principal emblema cultural de España». Además, apuntó que Marcos de Mira «nació con la firme convicción de que el acceso a la cultura es un derecho fundamental y una herramienta imprescindible para el desarrollo de las personas».
Por su parte, Solana dijo sentirse «impresionado» por lo que calificó como «uno de los proyectos más importantes que tiene el Prado». Además, mostró su agradecimiento a todas las personas participantes «por contribuir a la construcción de la sociedad civil» de nuestro país. «Que personas como vosotras, que venís de entornos distintos y que tenéis intacta vuestra curiosidad, sois abanderadas de cómo podemos poner la cultura al servicio de la sociedad».
El acto contó igualmente con la participación del ilustrador Cristóbal Fortúnez, encargado de plasmar las experiencias acumuladas a lo largo de los meses en que se ha desarrollado el programa de actividades. Santiago González, del Área de Educación del Museo del Prado, planteó un horizonte: «Que las obras del museo se repatrimonialicen» gracias a esta mirada nueva. Y Juan Ferrer, responsable de Cultura de la Fundación Endesa, se felicitó por mantener la línea de éxito en esta segunda edición: «Conseguir que gente que quizá por primera vez visita un museo tenga la posibilidad de venir al Prado y se convierta en algo impresionante para ellos». Todo ello, con una meta en el horizonte: «Dar acceso a la gente a la cultura, teniendo en cuenta que esta cultura es una forma de mejorar la vida de la gente».
*Redactor. Periodista Cultural
Fotografía portada: https://www.museodelprado.es/