DOCTOR DAVID GONZALO DUARTE GONZÁLEZ,

Por: David Gonzalo Duarte González*

La salud en sus prácticas, saberes, habilidades y competencias, que resultan de ciertas condiciones de posibilidad social y cultural, es legitimada institucionalmente por el sistema de salud y las entidades formadoras; de ahí que las características de lo cual deban ser entendidas en el contexto de las instituciones que los legitiman. Suponen, como todo proceso productivo, procesos de economía productiva, tales como reducción de la complejidad de sus prácticas, economía del lenguaje, y demás otras; contexto en el que los saberes, habilidades y competencias son incorporadas en los procesos de «medicalización» de la sociedad.

Comunicacionalmente, se considera la salud como un hecho de lenguaje que se manifiesta concretamente en nuestra sociedad; y como tal, es fenómeno comunicativo por su presencia efectiva en la vida diaria, al poner al descubierto ciertas dificultades comunicacionales. Importa en consecuencia comprender la relación de los profesionales de la salud y los usuarios del sistema, en el marco de un tipo de relaciones particulares, en cuyo seno descansan representaciones sociales y factuales para describir el mundo desde una arista para analizar, discutir y comprender los fenómenos sanitarios en su dimensión social; por lo tanto, debe darse una mirada crítica y parcial, no de neutralidad, en atención a que la neutralidad no existe en lo discursivo.

Sostiene Foucault, que la intervención médica es un fenómeno iniciado fuertemente en el siglo XVIII, el cual ha dejado una profunda huella en la historia de la humanidad. Pero, ¿Cuáles han sido las condiciones de posibilidad de la intervención?: Mejores condiciones socioeconómicas; fenómenos de adaptación y resistencia del organismo; y, medidas de higiene, etc. En este aspecto, el concepto «medicalización» consiste en una amplia y densa red que desde la intervención médica atrapa existencia, conducta y cuerpo humano; y es fenómeno ligado a un proceso de integración del mejoramiento de la salud, los servicios de salud y el consumo de salud al desarrollo económico de las sociedades, en lo que se amalgaman bio-historia, medicalización y economía de la salud.

🏥 Principales factores que caracterizan la medicalización de las sociedades y de la población a partir del siglo XX

De otra parte, entre los principales factores que caracterizan la medicalización de las sociedades y de la población a partir del siglo XX, Foucault señala:

-a. La medicina del Estado, que se desarrolla principalmente en Alemania iniciando el S XVIII, siendo fundamental el conocimiento no sólo de los recursos naturales de una sociedad, sino también las condiciones de su población y del funcionamiento general de la maquinaria política. Así, el conocimiento y control de las prácticas médicas se integran a los procedimientos mediante los cuales el Estado obtuvo y acumuló conocimientos para garantizar su funcionamiento. Es a partir de fines del S XVI y comienzos del XVII, en un clima político, económico y científico característico de la época dominada por el mercantilismo, cuando las naciones del mundo europeo se preocupan por la salud de su población. En Francia, Inglaterra y Austria comienzan a calcular la fuerza activa de sus poblaciones, originándose estadísticas de natalidad y mortalidad y recuentos de población pero en Francia e Inglaterra esta preocupación sólo se limitó a datos de natalidad y mortalidad, sin intervenciones eficaces y organizadas para cambiar los indicadores negativos de salud.

En Alemania en cambio, se desarrolló una práctica médica efectiva centrada en el mejoramiento de la salud de la población, como lo fue el caso de la «medizinischepolizei» o «policía médica» (creada en 1764), cuya función era más que llevar estadísticas de mortalidad y natalidad. Era un sistema completo de observación de la morbilidad, sobre la base de información solicitada a los hospitales y médicos en ejercicio en diferentes ciudades y regiones; además se normaliza la práctica y el saber médico, dejándolo en manos de la Universidad y, especialmente, en manos de la propia corporación de los médicos.

-b. Francia en cuanto a medicina urbana, es el ejemplo de esta segunda trayectoria en el desarrollo de la medicina social, donde no es la estructura del Estado el eje articulador, sino que la urbanización, el desarrollo de la vida urbana, hace que surja la necesidad de constituir la ciudad como unidad, de organizar el cuerpo urbano en forma coherente y homogénea, regido por un poder único y reglamentado. Hasta el S XVII, en Europa, el peligro social estuvo en el campo, pero a fines del XVIII, los conflictos urbanos se hacen más frecuentes con la proletarización. Así aparece el temor urbano, el miedo y la angustia a la ciudad: miedo a los talleres y fábricas que se construyen, a altura de los edificios y a las epidemias urbanas, a los contagios cada vez más frecuentes, etc.; ejemplo de ello el procedimiento aplicado cuando surgía alguna epidemia: las personas debían autoridad única; los vigilantes de calle debían presentar un informe diario al alcalde; los inspectores pasaban revista diariamente a los habitantes, para registrar los vivos y muertos; y, se desinfectaba casa por casa.

Eran entonces los objetivos de la medicina urbana: -Analizar los lugares de acumulación que podían provocar enfermedades, especialmente de los cementerios, apareciendo el cementerio individualizado, la sepultura reservada a las familias, donde se escribe el nombre de cada miembro. El control permanecer en un único lugar; la ciudad se dividía en barrios a cargo de una de la circulación de elementos como el agua y el aire (gran factor patógeno). Surgen las grandes avenidas, como una forma de facilitar el acceso limpio del aire, obstruido por las casas, muros, etc. La organización de las distribuciones y secuencias, es decir, la disposición adecuada de las fuentes, desagües o lavaderos fluviales. En síntesis, la medicalización de la ciudad permitió; -la conexión entre la profesión médica y otras ciencias, como la química; -el desarrollo de una medicina o del hombre, sino de las cosas, una medicina de las condiciones de vida: la medicina urbana; y, -aparece la noción de salubridad.

-c. La medicina de la fuerza laboral, de los pobres, del obrero, no fue la primera meta de la medicina social, sino la última. ¿Por qué en el siglo XVIII no se planteó el problema de los pobres como fuente de peligro médico? El hacinamiento no era aún un problema serio y el pobre funcionaba al interior de la ciudad como una condición de la existencia urbana. Eran los pobres quienes repartían cartas, recogían la basura, etc. Formaban parte de la instrumentalización de la vida urbana.

A diferencia de la medicina alemana del S XVIII, aparece en el XIX, en Inglaterra, una medicina basada en un control de la salud y del cuerpo de las clases más necesitadas, para que fueran más aptas para el trabajo y menos peligrosas para las clases adineradas. Incorporación del hospital a la tecnología moderna, que como instrumento terapéutico es relativamente moderno, pues data de fines del S XVIII. Como institución, inaugura una nueva práctica: la visita y la observación sistemática y comparada. En principio, constituía una entidad que recogía a quienes «iban a morir». Esta representación termina con la medicalización del hospital. Y surge no como una acción positiva del hospital sobre el enfermo o la enfermedad, sino como una reacción a los efectos negativos del hospital, que se conjuga con la revalorización del individuo, ya que capacidad y actitudes empiezan a tener un precio para la sociedad.

🏥Desarrollo del hospital como tecnología moderna

Durante el desarrollo del hospital como tecnología moderna, ocurren dos situaciones fundamentales:

-a) La incorporación de la clínica como dimensión esencial del hospital, transformándolo no sólo en un lugar de cura, sino también de formación, capacitación y transmisión del saber; y,

-b) La aplicación de la disciplina del espacio médico, donde se aísla el individuo, se le instala en una cama y se le prescribe un régimen. Así se realiza una medicina individual y la persona pasa a ser observada, vigilada, conocida y curada, surgiendo como objeto del saber y la práctica médica.

*️⃣David Gonzalo Duarte González. Profesional de la Salud. Especializado en Gerencia en Seguridad en Salud en el Trabajo. dago1286@hotmail.com

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