Francisco Javier Vásquez Asencio

Por: Francisco Javier Vásquez Atencio*

Nos cargamos la tierra se escucha con insistencia por doquier, al tiempo que como respuesta nos dice lo obligados que estamos de actuar con urgencia para salvar nuestra casa grande. Situaciones tales como si no bajamos las emisiones de carbono, simplemente será el planeta inhabitable en 2050. No queremos darnos cuenta que vivimos un punto de inflexión en relación con el calentamiento global que hará de la tierra, un lugar incompatible con la vida humana, con olas de calor exageradas, tormentas inimaginables y catástrofes naturales destructoras.

Importante y urgente generar más conciencia, así como sensibilizar a la sociedad sobre los efectos del cambio climático y los gravísimos impactos ambientales y humanos que ocasionan los gases de efecto invernadero. Los graves incendios forestales, las avasalladoras inundaciones y agudas sequías que azotan vastos territorios del orbe, alertan grandemente sobre la dimensión y magnitud de las amenazas y hacen más crítica la imperiosa necesidad de unir esfuerzos para evitar superiores desastres y salvaguardar a la humanidad.

Somos responsables de la debacle ecológica que avanza y se asegura es irreversible, por cuanto tendrá efectos en siglos y milenios; de ahí que el llamado sea ocuparnos más temprano que tarde por proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques y el agua, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad, claves para la vida y salud humanas.

Tenemos, como se expresa universalmente, a fin de no sucumbir, ser fundamentales, asumir el papel que nos corresponde, actuar en coordinación con el Estado y la ciudadanía, ser articuladores permanentes para concientizar, impulsar y acelerar las inversiones en desarrollo de fuentes de energía renovables, conversión a combustibles limpios, mejoras en la eficiencia de los procesos de combustión, y modificación de las tendencias de consumo a través de la educación ambiental cada día y cada vez mayormente necesaria.

Determinante y urgente igualmente la gestión del agua, estamos al borde del colapso, es inminente el racionamiento y la demanda de recursos naturales y de alimentos, consecuencia del crecimiento de la población a nivel global, lo que será insostenible. Nos dice la ONU que la demanda de productos agrícolas se incrementará entre un 60% y 70% para 2050 a raíz del incremento poblacional, lo que implica mayor consumo de recursos naturales y agua, el más relevante de la cadena humana para su subsistencia y el de las generaciones por venir.

Como territorio nos compete ser un líder global, pasar a un sistema energético 100% verde, Darnos exacta cuenta de la importancia que ello reviste y apalancar con voluntad política y decisión manifiesta, los retos de la electromovilidad en el transporte, la gestión del agua, aumentar áreas protegidas y crear las sinergias necesarias entre Estado, empresas, academia, gremios, organizaciones sociales, comunidades y ciudadanía, algunos de los retos que debemos atender, pues la tierra reclama a grito herido su salvación, que es la nuestra.

*Francisco Javier Vásquez Atencio. francisco.vasquez.atencio75@gmail.com @franvasquez06 Administrador de Empresas. Especializado en Recursos Humanos. Especializado y Magister en Gerencia Social

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