Por: José Manuel Herrera Villa*
Los proyectos de desarrollo intervenciones intencionales cuya finalidad es acelerar y dirigir el crecimiento económico y el desarrollo social, como uso de recursos para un fin específico son actividades de inversión en las cuales se utilizan recursos financieros para crear activos de capital que producen beneficios a lo largo de un horizonte temporal extenso; como una actividad acotada y dirigida es una tarea innovadora, que tiene un objetivo definido, debe ser efectuada en un cierto período, en una zona geográfica delimitada y para un grupo de beneficiarios, solucionando de esta manera problemas específicos o mejorando una situación existente; y, como conjunto de actividades, es una empresa planificada que consiste en un conjunto de actividades interrelacionadas y coordinadas para alcanzar objetivos específicos dentro de los límites de un presupuesto y un período dados; razones para insistirse en contexto país, en la importancia de diseñar proyectos de inversión que tengan una perspectiva regional y estratégica con ventajas intrínsecas que obliguen a la concurrencia de recursos, rompan la lógica sectorial, impliquen cambios estructurales, rompan igualmente la departamentalización y favorezcan más pronto que después la convergencia regional.
Así las cosas importa una adecuada como efectiva concurrencia de recursos, ingresos que se presentan conjuntamente para insistir en la importancia de esa concurrencia, ya que normalmente tales presupuestos se han manejado de forma aislada, sin que haya coordinación entre ellos, siendo por ende la concurrencia grande reto, puesto que hay dificultades institucionales para armonizar los presupuestos, comenzando porque el presupuesto de regalías tiene vigencia bianual; debiéndose tener en cuenta, además, que de todos los recursos disponibles, el 85% es inflexible; y el porcentaje restante, permite un manejo discrecional, que se puede articular con otras fuentes, de tal manera que los gastos se orienten hacia los proyectos prioritarios.
En cuanto a la lógica sectorial, de la que conviene su rompimiento, tenemos que decir que el presupuesto de gasto se distribuye en función de las transformaciones que se proyecten, agrupaciones que superan la lógica sectorial, ya que en cada una de las transformaciones convergen varios sectores, lo mismo que confluyen los gastos de varios ministerios. Esta conjunción intersectorial permite avanzar hacia proyectos estratégicos.
En lo relativo a los cambios estructurales, ellos solamente se pueden lograr a través de proyectos estratégicos, ya que la dispersión de los recursos en pequeñas inversiones tienen por lo general consecuencias perversas, por no estar transformadas las estructuras básicas; de ahí que la planeación entre nosotros haya fracasado porque en las regiones ricas continúan habitando hogares muy pobres, los excedentes no se han irrigado a las poblaciones mayormente vulnerables, todo lo cual se seguirá dando, ya que mientras no haya proyectos estratégicos es imposible lograr las sustantivas transformaciones que requerimos.
En cuanto a ir más allá de la departamentalización, es de tenerse en cuenta que la distribución del Plan Plurianual de Inversiones (PPI) no se debe realizar por departamentos, ya que los proyectos estratégicos tienen una incidencia que supera los ámbitos municipal o departamental. Importa igualmente impulsar a tope la convergencia regional, toda vez que los proyectos estratégicos favorecen la convergencia regional y contribuyen a la equidad, como se ve en la realidad que las zonas del país que usualmente reciben menos recursos pueden mejorar su participación en el gasto total si allí se desarrollan proyectos integrales. Lo expuesto, requiere , para que se puedan realizar las transferencias correspondientes, de un compromiso entre los gobiernos nacional y local para la formulación y ejecución de proyectos de alcance macro.
*Profesional en Administración y Finanzas. Especializado en Auditoría Integral. Proyectos de Desarrollo.
