Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez*

Interesa para la ciudad y el departamento que se articulen por parte de todos y cada uno de los actores intervinientes en la cosa pública, espacios políticos, sociales, económicos, culturales, ambientales y demás otros, propuestas acordes con la razón de ser, proyección y prospección que se tengan para nuestras unidades territoriales; las cuales, conjuntadas y armonizadas prioritaria y estratégicamente, respondan de forma adecuada a las propias demandas y necesidades de la población, a ver si por fin capaces somos de paliar este sinnúmero de fracasos que estamos teniendo y en su sumatoria apuntan a mayores detrimentos a todo nivel en proporciones mayúsculas, además de significativas respecto de los intereses supriores de la colectividad por los que debe velarse.

Requerimos proyectos políticos con marcados acentos sociales y ausentes los cuales de particulares intereses. No los queremos aunados al servicio público en cuanto a las componendas que en ellos vemos; sino que convenzan con sólidos argumentos a la ciudadanía que son proyectos especiales por su autenticidad, honestidad y transparencia a toda prueba. Proyectos que traduzcan el conocimiento a fondo que se tiene de municipios y departamento.

Se trata de apurarse a consolidar con prisa y sin pausa dinámicas de trabajo que día tras día coadyuven con éxito a potenciarnos en la realización de grandes cosas. Impulsar que los nuestros puedan vivir mejor, sin excesivas complicaciones, racionalmente, con fuerzas y avances desbordados en la consecución y puesta en desarrollo de cambios y transformaciones.

No hacer lo que se debe, lo correctamente adecuado, determinará más temprano que tarde un espectacular salto al vacío de consecuencias tan imprevisibles que ya solo restará vernos precipitados en una caída de estrépito que difícilmente tendrá reversa; para que esto no suceda, repito, empezar debemos por escucharnos, acordar líneas de acción, dejar atrás vicios y mentiras, cambiar los relatos fantasiosos y presentar un nuevo manual alejado de mezquindades.

Es encontrar los caminos mejores, libarse de pecaminosas ataduras, apartar torpezas y radicalizaciones siempre insanas, demostrar que lo que se pretende es trabajar sin descanso en beneficio general, ver como mejor medir los tiempos, sopesar los apoyos y cuales han de ser los más necesarios, para así sentar las bases sobre las cuales tejer las alianzas que efectivamente más se necesiten. No se tratará bajo circunstancia alguna de traicionar ideas, sino afianzarlas y por esa misma ruta, reinventarse para afrontar nuevos desafíos. saulherrera.h@gmail.com *Abogado. Especializado en Gestión Pública

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